02 septiembre 2007

Ejemplo de Avaricia


Hetty Green, un Buen Ejemplo de Avaricia

publicado en Curiosidades Económicas, Articulos de Interes, Articulos de Interes



hettygreen.jpgEn 1916 murió una mujer en West Palm Beach, Florida, a la edad de 71 años.

El informe del juez de instrucción mencionó la desnutrición como la causa de la muerte. La mujer sólo pesaba 23 Kg. en el momento de su muerte.

Parecía haber tenido una vida muy dura.

Los vecinos dijeron que con frecuencia venia a las puertas traseras de sus casas para pedirles comida.

Cuando la policía registró su casa llena de basura, se encontraron dos llaves. Las llaves llevaron a los policías hasta unas cajas de seguridad de dos bancos locales donde finalmente se descubrió que se trataba de Hetty Green, quien en aquel momento era poseedora de una fortuna tal, que la convertía en la mujer más rica de los Estados Unidos.

Su historia de los negocios comenzó cuando heredó un millón de dólares y se casó con Edward Green, que también tenía un millón, ganados en el comercio con China. Pero Hetty pidió matrimonio con capitulaciones, es decir lo mío es mío y lo tuyo es tuyo, aunque nos casemos. Diez y seis años más tarde se confirmo su razón cuando su marido quebró, quedándose sólo con un reloj de oro y 7 dólares.

Hetty Green era avara y mezquina, además de lo expuesto anteriormente se cuenta que en cierta ocasión en que su hijo se lesiono la rodilla, como no pudo encontrar un medico que lo tratara sin cobrarle, ella misma lo curo, solo para que unos meses después tuvieran que amputarle la pierna.

Sus ropas provenían de una organización caritativa. Se vestía un año si y el otro también con un vestido originalmente negro, que con el paso del tiempo se fue poniendo marrón y al final era definitivamente verde; un vestido que tenía bolsillos lo suficientemente grandes como para guardar varios fardos de billetes y del que solo lavaba la parte del borde bajo.

Vivió muy modestamente, a veces en un apartamento cuyo alquiler le costaba 14 dólares al mes. No tenía una residencia fija y ni siquiera una oficina. Durante 25 años recibía a sus contactos sentada en el piso de Chemical Bank, a pesar del disgusto de los funcionarios de la oficina.

Hetty Green comía las comidas más baratas que podía en los restaurantes más económicos y no dejaba propinas.

En épocas cuando su dinero estaba ganando 500 dólares por hora, regateaba en la compra de un par de zapatos.

Cuando un boticario justificó el cargo de 10 centavos de dólar por un frasco de medicina alegando que eso era lo que costaba el recipiente, Green fue a su casa a buscar una botella para que se la llenara.

Hetty Green, era excéntrica y dura como el acero, lo que contribuyó a que se le conociera como “La malvada bruja del oeste de Wall Street”, una referencia al personaje de la famosa película “El Mago de Oz”, había amasado su fortuna debido a un talento especial para comprar y vender acciones y bonos en el mercado americano.

Preguntada por el secreto de su éxito contesto:

“No existe ningún secreto espectacular para hacer fortuna. Todo lo que hay que hacer es comprar barato y vender caro, actuar con frugalidad y astucia y ser persistente.”

El camino hacia la riqueza que recorrió Green no fue nada fácil, hay qué recordar que estamos hablando de una mujer en el Wall Street del siglo XIX. En aquel entonces, las mujeres tenían muy pocos derechos.

Green compró bienes raíces y ferrocarriles cuando los vio baratos y rara vez los vendió. Tenia una forma eminentemente practica de pensar en asuntos de negocios, no quería mansiones, sino propiedades que le pagaran renta y vías férreas que pasaran por ciudades en plena expansión, tales como Denver, San Luis y Cincinnati.

Una de sus tácticas típicas era comprar propiedades situadas en las afueras de las ciudades y esperar a que éstas crecieran hasta llegar allí, una estrategia de inversión bastante confiable que se usó siempre en la historia de Estados Unidos.

A su muerte la fortuna la heredaron sus dos hijos:

¿Cómo usarían estos el dinero?

Ned, con una sola pierna, llegó a ser hombre de mundo. Gastaba anualmente millones de dólares en yates, pornografía, prostitutas adolescentes, cultivo de orquídeas y en la política tejana.

Su hija Sylvia, fue una irrazonable ermitaña que guardó sus millones de dólares en el banco sin ganar intereses.

La historia de Hetty Green y sus hijos enseña varias lecciones que no deben olvidarse, en primer lugar que el dinero no produce automáticamente la satisfacción y la verdadera felicidad. Green murió sola y odiada porque no uso un solo centavo para ayudar a otros, que es por cierto, una de las claves de la felicidad;deribada de la satisfacción del generoso al ver el efecto que sus dadivas producen en los demás, cosa que además de atraer el cariño de ellos.

En segundo lugar, aprendemos que uno puede hacerse esclavo de las riquezas, en otras palabras, cuando alguien se llega a obsesionar con el dinero, llega un momento en que la única satisfacción que deriva de la vida es ver como aumentan los números de la cuanta corriente y no se permite el lujo de vivir dejando de vigilar sus finanzas. ¿No le parece esto una forma deesclavitud?.

En el otro extremo encontramos a su hijo quien vio las riquezas solo como un medio para disfrutar de placeres y a su hija como alguien que no pudo discernir el valor del dinero.

En fin, tres ejemplos extremos de actitudes erróneas en torno al concepto de “riqueza”.